La sexualidad es un aspecto muy importante de la calidad de vida en un individuo. La obesidad afecta todos los niveles del eje hipotálamo-hipófisis-gónadas, dando como resultado no solo disfunción sexual, sino también infertilidad.
Estudios indican , que entre los hombres y mujeres, existe una relación entre peso elevado y poco desempeño sexual. El desempeño sexual también puede verse perjudicado con la presencia de enfermedades tales como la diabetes mellitus tipo 2, hipertensión arterial y depresión (trastornos que pueden mejorar mucho con la pérdida de peso).
En un estudio en donde se incluyeron más de 2000 pacientes candidatos a cirugía bariátrica, se les realizaron preguntas acerca de su funcionamiento sexual durante el último mes: 25 % de mujeres y 12 % de los hombres, reportaron falta de deseo sexual. 49 % de las mujeres y 54 % de los hombres, dijeron que no se sentían satisfechos con su vida sexual (Steffen KJ. Surg Obes Relat Dis. 2016).
«Personas que han perdido peso, reportan un número importante de cambios físicos y psicológicos, entre ellos mejor función y satisfacción sexual.»
Un estudio en donde se evaluó la función sexual en mujeres que se sometieron a cirugía para control de obesidad, reportaron mejoras en el funcionamiento sexual, mejoras en los niveles hormonales de la función sexual, así como aumento en la excitación y el deseo sexual, cuando se comparó con pacientes con obesidad no operados. (Janik MR y col. Obes Surg 2015;25:1511–7).
Un mejor funcionamiento sexual está relacionado con menores tasas de depresión, así como una mayor satisfacción y autoestima.
Aunque la mejora en el funcionamiento sexual no es uno de los objetivos de la cirugía para control de obesidad, suele ser uno de los primeros parámetros psicológicos en mejorar después de la pérdida de peso posterior a la cirugía. La mejora en el funcionamiento sexual puede presentarse desde el primer mes de post-operatorio, y durar incluso por años (A. Conason y Col. Surgery for Obesity and Related Diseases 13. 2017.855–861).
Otro estudio que incluyó a hombres, que tuvo un seguimiento a 6 años, demostró que los pacientes sometidos a cirugía bariátrica, y que perdieron peso de manera sustancial y sostenida, presentaron niveles más altos de testosterona, en comparación con pacientes con obesidad no operados. También se demostró que mejoró el parámetro de disfunción eréctil así como la plenitud o satisfacción sexual (A. Rosenblatt y Col. Surgery for Obesity and Related Diseases, 2013. Volume 9, 636-640).
En un estudio realizado en Mujeres postoperadas de cirugía bariátrica, se observó que había cambios significativos en las hormonas de la sexualidad. Encontraron que la pérdida de más del 30% del peso corporal total, promueve a la baja de estradiol y testosterona, así como aumento considerable de la hormona folículo-estimulante (FSH) y hormona Luteinizante (LH), lo cual hace que la mujer mejore su vida sexual y su fertilidad, Sarwer DB y col. Surg Obes Relat Dis. 2013;9(6):997–1007.
La cirugía bariátrica lleva al paciente operado a un proceso de redescubrimiento personal, y es frecuente que el paciente empiece una nueva vida sexual activa y plena.
Si bien es cierto que la mayoría de los pacientes mejoran sus niveles de hormonas sexuales en sangre al someterse a una cirugía bariátrica, y esto hace mejorar su desempeño sexual, habrá otros pacientes que no mejoren su vida sexual al 100%, en tales casos se recomienda valoración por el urólogo o el andrólogo, ya que muchas veces, la impotencia sexual es multifactorial.
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Cirujano Bariatra Certificado por el Colegio Mexicano de Cirugía de Obesidad y Enfermedades Metabólicas (CMCOEM).